El 24 de diciembre Oriana festejó su primer mes. Menos mal que nos arreglamos para la cena de Nochebuena porque, si no, no sé de dónde hubiesemos sacado fotos publicables!
viernes, 30 de diciembre de 2011
jueves, 29 de diciembre de 2011
Faustina leyendo
El tío Néstor creó una historieta para Faustina y ella disfruta mucho leyéndola.
Testimonio en video:
Testimonio en video:
viernes, 9 de diciembre de 2011
Crónica de un parto anunciado
A pedido del público voy a contarles cómo transcurrió la jornada del nacimiento de Oriana.
El término del embarazo era el 28 de noviembre así que a partir del 15 esperábamos que el parto llegara en cualquier momento, deseando que no cayera el 18, día del cumpleaños de Faustina. El 24 Pía amaneció con contracciones bastante frecuentes que se mantuvieron a lo largo de la mañana. para el mediodía ya estábamos seguros de que ese día tendríamos que ir a la maternidad. La tarde fue transcurriendo sin que las contracciones alcanzaran una frecuencia regular, aunque la corta distancia entre una y otra nos mantenía alerta. Apenas pasadas las 5, cuando yo me había despreocupado un poco y había dejado a Pía sola con la contabilidad, se me acercó para avisarme que había tenido tres contracciones regulares en un espacio de 10 minutos. Ahí nos dijimos que lo más prudente sería ir preparándonos y llamar un taxi. Pedimos uno para las 6 para que nos diera tiempo de ducharnos. Para entonces Faustina ya había vuelto de la escuela y la abuela Marta estaba afortunadamente con nosotros.
Pía y yo tomamos el taxi y enseguida llegamos a la maternidad. Tardaron un poco en recibirnos, pero cuando lo hicieron una partera se puso inmediatamente a la disposición de Pía. Ya eran las 7 menos cuarto.
En la sala de parto, equipada entre otras cosas de una cama regulable y una bañera, le hicieron a Pía los primeros controles. El cuello del útero ya tenía entre 5 y 6 centímetros de dilatación -para los que no están en el tema, tiene que alcanzar 10 cm de dilatación-, pero Pía aún no había roto bolsa, lo cual era una ventaja porque hacía que las contracciones no le fueran tan dolorosas. La rompió a las 7 y media, ahí sí que las contracciones se volvieron dolorosas porque Pía se retorcía de dolor quedando exhausta en los intervalos. Pía había pedido dar a luz en el agua así que se metió en la bañera que se había estado llenando mientras le hacían el monitoreo. Al cabo de unos 15 minutos dijo que le parecía que el bebé estaba empujando y que era el momento de parir. Pujó durante las contracciones y a la segunda la partera ayudó a que Oriana saliera y la posó en el pecho de la mamá. Ha sido inolvidable!
Una vez fuera de la bañera, recostadas en la cama, Oriana se prendió del pecho largándolo recién una hora y media más tarde!
El término del embarazo era el 28 de noviembre así que a partir del 15 esperábamos que el parto llegara en cualquier momento, deseando que no cayera el 18, día del cumpleaños de Faustina. El 24 Pía amaneció con contracciones bastante frecuentes que se mantuvieron a lo largo de la mañana. para el mediodía ya estábamos seguros de que ese día tendríamos que ir a la maternidad. La tarde fue transcurriendo sin que las contracciones alcanzaran una frecuencia regular, aunque la corta distancia entre una y otra nos mantenía alerta. Apenas pasadas las 5, cuando yo me había despreocupado un poco y había dejado a Pía sola con la contabilidad, se me acercó para avisarme que había tenido tres contracciones regulares en un espacio de 10 minutos. Ahí nos dijimos que lo más prudente sería ir preparándonos y llamar un taxi. Pedimos uno para las 6 para que nos diera tiempo de ducharnos. Para entonces Faustina ya había vuelto de la escuela y la abuela Marta estaba afortunadamente con nosotros.
Pía y yo tomamos el taxi y enseguida llegamos a la maternidad. Tardaron un poco en recibirnos, pero cuando lo hicieron una partera se puso inmediatamente a la disposición de Pía. Ya eran las 7 menos cuarto.
En la sala de parto, equipada entre otras cosas de una cama regulable y una bañera, le hicieron a Pía los primeros controles. El cuello del útero ya tenía entre 5 y 6 centímetros de dilatación -para los que no están en el tema, tiene que alcanzar 10 cm de dilatación-, pero Pía aún no había roto bolsa, lo cual era una ventaja porque hacía que las contracciones no le fueran tan dolorosas. La rompió a las 7 y media, ahí sí que las contracciones se volvieron dolorosas porque Pía se retorcía de dolor quedando exhausta en los intervalos. Pía había pedido dar a luz en el agua así que se metió en la bañera que se había estado llenando mientras le hacían el monitoreo. Al cabo de unos 15 minutos dijo que le parecía que el bebé estaba empujando y que era el momento de parir. Pujó durante las contracciones y a la segunda la partera ayudó a que Oriana saliera y la posó en el pecho de la mamá. Ha sido inolvidable!
Una vez fuera de la bañera, recostadas en la cama, Oriana se prendió del pecho largándolo recién una hora y media más tarde!
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